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Con el anuncio de los nuevos iPad Pro y MacBook Air (2020), vuelve una de las cuestiones que más dudas generan entre los usuarios de Apple. La nueva generación de estos equipos comparte algunos puntos en común, pero al mismo tiempo son más diferentes que nunca. Elegir un MacBook Air o un iPad Pro en 2020 requiere centrarse en las tareas para las que vamos a utilizarlo. Por eso, más allá de las especificaciones, debemos mirar a sus capacidades.

Tareas comunes entre ambos equipos

Con la llegada del MacBook Air y iPad Pro (2020), la decisión es más difícil que nunca. Especialmente ahora que el iPad Pro permite incorporar el teclado Magic Keyboard con mecanismo de tijera y trackpad. La adición de este accesorio abre nuevos caminos para la productividad en el iPad.

Esto es así gracias a iPadOS 13.4 y la incorporación del soporte para ratón a todo el sistema operativo. Un ratón similar al de un ordenador de escritorio, pero muy diferente en su comportamiento. Con este nuevo soporte, que también hace compatibles otros ratones distintos al incluido en el Magic Keyboard, aumentan las tareas que ambos equipos pueden realizar en común.

El tratamiento de textos largos y elaborados, creación y edición de hojas de cálculo de cierta complejidad, edición de video de alta calidad con precisión, modelado en 3D y uso de servicios web en versión escritorio son algunos de esos ejemplos.

Cuándo elegir un MacBook Air o un iPad Pro

La decisión de adquirir un MacBook Air frente a un iPad Pro, ambos de 2020, recae en la necesidad de utilizar apps o servicios específicos en macOS. Apps que no se encuentren con su versión exacta o con adaptación fidedigna en iPadOS. También puede deberse a que la adaptación de los flujos de trabajo a otras apps o servicios en iPadOS se considere demasiado costosa.

La prioridad de este equipo también viene dada por el tamaño de su pantalla, de 13,3 pulgadas y densidad de píxeles menor que el iPad Pro, pero suficiente. Un mayor espacio en la pantalla, unido a la flexibilidad de utilización de múltiples ventanas es también un elemento fundamental para muchos usuarios.

El almacenamiento base es el doble que en el iPad Pro, con 256GB. Esto se traduce en menos quebraderos de cabeza a la hora de gestionar archivos en local, aunque estos límites se reducen cada vez más gracias a la nube en sus distintas formas. La virtualización de Windows es una opción que está solo al alcance del MacBook Air. Si utilizas software basado en esta plataforma con cierta regularidad, sin equivalente en iPadOS, este Mac es tu mejor opción.

El iPad Pro, por su lado, también tiene características o tareas exclusivas a las que no llega el MacBook Air:

Dos tamaños, peso, dimensiones reducidas y conectividad 4G para usuarios que prioricen la movilidad extrema.
Pantalla de mayor calidad y resolución, con tecnologías como la gama de color P3 y ProMotion. Imprescindible para usuarios que necesiten precisión de color.
Gracias al procesador A12Z Bionic, todas las tareas que requieran más procesado y gráficos se ven beneficiadas sobre el chip Intel del MacBook Air. Un ejemplo son los juegos.
El Apple Pencil abre la puerta a un tipo de tareas exclusivas del iPad Pro (o cualquier iPad actual). Tomar notas a mano es una de ellas, aunque el mayor potencial se encuentra en las tareas de dibujo con precisión.
El escaneo de documentos puede realizarse desde el propio iPad Pro gracias a su sistema de cámaras traseras. Esencial para muchos profesionales que manejan documentación física y digital.
La realidad aumentada también empieza a ser un aspecto diferencial del iPad, aún más relevante en este modelo de 2020. Su sistema de cámaras complementado con LiDAR lo convierten en un referente en el mercado de consumo.

Con el aumento de tareas en común, la elección entre un equipo y otro al final recae en la adaptación o no de nuestros flujos de trabajo y las nuevas tareas que ofrece el iPad Pro.

A mismo precio, tenemos dos equipos similares en algunas tareas aunque con diferencias fundamentales. Si igualamos tamaño de pantalla y capacidades, el MacBook Air sigue costando 1.199 euros en comparación con los 1.209 euros más los 399 euros del teclado con trackpad, 1.608 euros en total. Al final, estamos comparando dos paradigmas de la computación que jamás habían estado tan cerca. El MacBook Air representa al ordenador tradicional, con flujos de trabajo heredados y perfeccionados durante décadas. Si tu perfil y usos encajan en este equipo, es tu candidato ideal.

El iPad Pro por el contrario, toma algunas tareas en común y añade otras nuevas imposibles o más complejas de realizar en un MacBook Air. Con esta generación, hay más trabajos compartidos y distintos a un Mac que nunca. Si tus flujos de trabajo pueden adaptarse o directamente ya están pensados para un iPhone o un iPad, este iPad Pro es tu mejor dispositivo.

Fuente: Apple esfera