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Trust IRIS marca la diferencia con su gran angular

La primera cámara para empresas de Trust llega en el mejor momento, con el trabajo híbrido en boga y la necesidad de mejorar la experiencia de usuario durante las videoconferencias.

El fabricante Trust, ampliamente conocido por sus periféricos en el mercado de consumo, acaba de dar el salto al segmento profesional con una webcam con resolución 4K y zoom digital de 5 aumentos, el modelo Trust IRIS.

Lo hace en un contexto en el que el trabajo híbrido (presencial y remoto) se está asentando en las empresas, muchas de ellas con perspectivas de mantener este modelo una vez superados los peores momentos provocados por la pandemia mundial.

Las videoconferencias seguirán siendo habituales en esa nueva normalidad, por lo que una solución de estas características tiene todo el sentido del mundo, tal y como pasamos a analizar a continuación.

En primer lugar, es importante indicar que no se trata de un modelo para un único usuario en la sala, sino para cuando están presentes entre dos y ocho personas. Son estos escenarios donde una webcam tradicional (como la de los portátiles o cualquier otro dispositivo externo USB) se queda corta y reduce significativamente la experiencia de los usuarios: es habitual que cualquiera de los que están en la escena quede fuera de plano, más aún con las restricciones en materia de distanciamiento social en el mismo habitáculo.

Este contratiempo solamente se puede evitar alejando la cámara, algo que provoca una importante pérdida de la calidad y detalle tanto en vídeo como en audio. Es así porque tanto las lentes y sensores como los micrófonos que se utilizan en portátiles o webcams convencionales están diseñados para distancias cortas.

Trust IRIS soluciona estos problemas gracias a unas especificaciones avanzadas similares a modelos que pueden superar fácilmente los 1.000 euros, algo que no ocurre en el nuevo dispositivo de Trust en cuanto a precio.
Características

En Silicon hemos tenido la oportunidad de probar este modelo. Se trata de un producto robusto y con un diseño ideal para salas de reuniones que cuenten con un televisor o pantalla de gran formato. Lo primero que llama la atención al sacarlo de la caja es su prominente lente centrada en la carcasa. Está rodeada por un anillo de leds de estado para saber si la cámara está en uso, si el micrófono está activado, si se está produciendo una actualización o si se está usando el modo Bluetooth, entre otros.

En el lado izquierdo se sitúa el altavoz, mientras que en el derecho se encuentra una matriz de 4 micrófonos direccionales que detectan no solamente quién está hablando en la sala, sino que también optimizan la recepción de la voz eliminando ruidos ambientales que se puedan estar generando fuera o dentro de la sala.

Se trata de la tecnología IRIS ClearSound desarrollada por Trust, capaz de ofrecer un alcance de hasta 5 metros normalizando la voz de los asistentes para que tengan el mismo volumen de recepción del audio a través de un control automático de ganancia. Para distancias mayores, Trust recomienda un micrófono adicional que se comercializa por separado, aunque nuestra experiencia en una sala con una distancia de unos 3 metros entre los participantes y el dispositivo ha sido más que correcta. Probablemente se trata del escenario más habitual en la mayoría de salas de reuniones.

Además de IRIS ClearSound, Trust ha incorporado la tecnología IRIS ClearView para ofrecer imágenes nítidas y adaptar el enfoque según las necesidades concretas de cada caso de uso. Su sensor 4K Ultra HD es capaz de generar imágenes con una resolución de hasta 3840×2160 píxeles a 60fps. Cuenta con balance de blancos automático y dos funciones de iluminación (artificial y natural) para adaptarse a la luz ambiental que exista.

Sin duda, lo mejor de este dispositivo es su gran angular de 120 grados para no perder detalle de lo que ocurre en toda la sala. A pesar de esa amplitud, la distorsión de la imagen es mínima, especialmente para los que se encuentran en los laterales de cada plano, algo que siempre es de agradecer.

Ese sensor 4K también permite hacer uso de un zoom digital de 5 aumentos que se puede configurar de forma manual desde el mando a distancia (del que hablamos más abajo).

Gracias a la combinación a través de software de IRIS ClearSound e IRIS ClearView, el sistema cuenta con un motor de giro e inclinación de la lente para enfocar y acercarse automáticamente a la persona que está hablando en cada momento. Es rápido y puede ser de gran utilidad para momentos en los que habla una única persona sin interrupciones, aunque en aquellas intervenciones esporádicas con otros participantes lo más recomendable es hacer uso del modo manual a través del comentado mando.

El soporte de esta cámara para videoconferencias se ha diseñado para que pueda ser situada en la mesa, pero también se puede girar para ser montada en la pared, debajo del televisor, por ejemplo. Lo ideal es situarla a la altura de los ojos, pero nosotros la hemos puesto sobre la mesa y la experiencia ha sido correcta a pesar de tener que sacar de plano algunos objetos como los portátiles para dar protagonismo a los asistentes.
Instalación

La instalación de la cámara Trust IRIS no puede ser más sencilla mediante Plug&Play. De hecho, cuenta únicamente con un conector para la alimentación eléctrica y otro USB-C para la conexión con el ordenador mediante USB 3.0, ya sea portátil y sobremesa. Una vez encendido, el dispositivo es reconocido automáticamente por Windows como una cámara más, por lo que su configuración se puede realizar directamente desde la aplicación genérica “Cámara” del sistema operativo de Microsoft.

Desde ahí podemos seleccionar los parámetros básicos como la resolución. Es el mejor lugar para probar la calidad de la cámara, así como su disposición y enfoque. No obstante, es importante recalcar que la calidad de recepción de los asistentes remotos se verá mermada debido a las restricciones de ancho de banda y de la solución de videoconferencia que se esté utilizando.

En caso de utilizar el televisor de la sala, no tendremos más que conectar un cable HDMI desde el ordenador hasta la pantalla.

En este punto es conveniente acceder a los controles de audio de Windows para asegurarnos de que se selecciona la fuente correcta. Incluso es posible combinar el sistema de micrófonos de la cámara y los altavoces de la televisión para mejorar la experiencia.
El mando a distancia

Este modelo de Trust incorpora para mayor comodidad un completo mando a distancia que permite controlar todos los parámetros tradicionales, pero también hacer uso de los modos de enfoque automático y manual, así como ajustar la lente con el zoom deseado. También podemos activar o desactivar la cámara o el micrófono según lo necesitemos en cada momento.

Al igual que ocurre con las webcams convencionales, la cámara Trust IRIS es compatible con todas las soluciones de videoconferencia actuales, como es el caso de Microsoft Teams, Zoom, Skype, Google Hangouts, GoToMeeting, Cisco Webex, Whereby, etc.

En resumen, se trata de una cámara ideal para videoconferencias en las que hay más de una persona en la sala principal. Su precio, por debajo del que tienen soluciones de similares características para los entornos profesionales, hace que sea una opción de compra muy interesante tanto para pymes como para empresas de mayor tamaño.

Lo mejor

El gran angular de 120 grados marca la diferencia y es ideal para salas de reuniones en las que no queremos que nadie se quede fuera del plano.

Lo peor

En condiciones de baja luz ambiental se produce un ligero efecto de granulado en la imagen, algo que no suele ocurrir en las salas de reuniones que se encuentren bien iluminadas.

Fuente: silicon.es